La Doctora Martha Hildebrandt renunció a la Comisión de Educación del Congreso de la República del Perú. Ha sido miembro durante más de quince años. El motivo de su alejamiento es que quien ahora la preside es la Sra. Hilaria Supa, Congresista Nacionalista, como bien sabemos (y si no,  tampoco es importante, pues esta señora ha destacado en el Congreso por bulla más que por sesudos debates). Ella “representa” al “Perú profundo” como diría nuestro celebrerísimo historiador Jorge Basadre.  No creo que sea del todo mala su presencia en el Congreso, pero sí me uno a la opinión de la Dra. Hildebrandt. Ella no debe presidir una Comisión tan importante porque no está preparada. La renombrada lingüista ha sido tildada de racista, pero ella ha respondido diciendo, que "No me opondría a que Hilaria Supa presida la Comisión de Educación si fuera graduada en Oxford". En entrevista para El Comercio Siguió diciendo que su postura no era por racismo, sino por falta de capacidad de preparación de su colega y lo ejemplificó con una analogía aguda. “La experiencia puede ser muy digna o muy meritoria, pero no le da la capacidad para buscar soluciones (...) entonces por qué no se nombra ministro de Salud a un enfermo, no seamos demagogos”. Me gustó tanto esta analogía que comencé a hacer otras, con ayuda del buen Jorguito C. que fue el de la idea.  Enfermo: ministro de salud Albañil: Ministerio de ViviendaAlquilador de celulares: Ministerio de ComunicacionesPanelista de Laura Bozo : Ministerio de la MujerCongresista : Ministerio de educaciónCambista : Ministerio de EconomíaY mi favorita (lo es porque debería llevar “del” y no “el” a secas)Travesti: Ministerio de AmbienteEstimado lector, siga con el ejercicio que aún quedan ministerios. http://es.wikipedia.org/wiki/Categor%C3%ADa:Ministerios_del_Per%C3%BA Así debe ser tomada la política en este país, como un juego y nada más, no vale rasgarse las vestiduras por nadie, solo por uno mismo y los seres queridos. A poco menos de un mes de elecciones, piense su voto, pero no sea fanático.Gustavo Talavera