ya acabó su novela

Pedro Pablo Kuchinsky en caída libre

Publicado: 2010-09-30

PPK expresó malestares propios de un viejito renegón sobre un supuesto retraimiento de inversiones extranjeras en el país. Es defensor de la tesis (como alguna vez el autor,) de que la economía de mercado absolutamente limpia, con mínima intervención estatal, atraerá por su cuenta inversionistas, principalmente foráneos, dispuestos a apostar todos sus activos en un país que le pueda rendir beneficios altísimos a costos mínimos. Para que esto se aplique el riesgo que deben tener no debe ser muy alto y la labor de la política fiscal y monetaria es darles todas las condiciones suficientes para que puedan hacer y deshacer más o menos cómo les dé la gana.Este señor, a quién yo defendía hasta ayer, deslizó maliciosamente la teoría que un triunfo de la izquierda en las elecciones municipales limeñas destruiría esa “fantástica” estabilidad conseguida con sangre, golpes de estado y reformas constitucionales. Estas declaraciones mete-miedo al pleno estilo del Partido Republicano fueron una bofetada mugrienta en la cara de los economistas serios o los ex economistas pero aún serios (como yo). La afirmación es absolutamente ridícula, los gobiernos provinciales no tienen mayor injerencia en los grandes indicadores financieros. Si ganase Villarán no nos encontraríamos con todos los inversionistas en el aeropuerto desesperados por escapar y resguardar los capitales. Un planteamiento cómo este o es de una ignorancia mayúscula o es un intento burdo de engañar a un electorado especialmente sensible en temas económicos. Un electorado que comienza a sentir, después de demasiadas décadas, que el país comienza a salir del hoyo económico y de la miseria.Sin embargo, las intenciones de PPK esconden un condicionamiento más para el elector actual y para el próximo; existe un único camino, todo fuera de ese camino nos llevará a la perdición. Este argumento aprendido no proviene de la derecha moderada ni de la radical, tampoco de sus correspondientes izquierdas, viene de los ostentadores del poder. De aquellos que tienen poder, sea cuál sea, y quieren seguir teniéndolo. No son los inversionistas extranjeros increíbles filántropos que quieren nuestro progreso, no les interesa, ni a ellos ni a los nacionales, si existe una democracia o si el gobierno es de una tendencia política o de otra, les interesan los réditos de sus activos, nada más. Usarlos de excusa y de venganza contra un partido que ocupó el lugar que él creía merecer junto con su candidato, Lay, es un engaño vil y pendenciero, indigno de los cargos que antes ocupó. PPK sabe que su nombre impone cierto respeto y que muchos le creerán con los ojos cerrados es por eso que su manipulación siendo un técnico en la materia es completamente denigrante y me insulta personalmente como ex economista.Pero todos pusieron el parche, PPK se quedó sólo en sus argumentos, su patrocinado no lo respaldó, Flores Nano no le tomó importancia, Toledo le señaló la equivocación y Villarán lo consideró ridículo. A estas horas intenta defenderse en Prensa Libre pero ni Rosa María lo secunda en ninguna de sus posturas.Fórees


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FusilArte

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